Presentación del blog.

“Para ser ciudadano del mundo, hay que salir a conocerlo.”

Este blog no pretende ser ni una guía ni un diario de viaje, aunque es posible que tenga un poco de las dos cosas. La finalidad es compartir mis andanzas con aquellos que sientan interés por ellas. Hacerles llegar a aquellos que están lejos, principalmente a mi familia y a mis amigos, aquellos lugares a los que mis botas me llevan. Contar no solo lo que veo sino también aquello que siento, mis experiencias vividas al recorrer los caminos del mundo. También lo hago extensible a todos aquellos quienes por casualidad y sin conocerme entren a este sitio, pues qué sería de la sociedad si nadie compartiera sus vivencias.

Kapadokya, Turquía. Foto: Martina Illes

Para quien no me conozca, o no me conozca demasiado, puedo contarle que nací en un pequeño pueblo de Castellón, Alcora, en el levante ibérico, a 20km de la costa mediterránea. Desde pequeño que he sido un enamorado de los libros de aventuras, donde intrépidos personajes recorrían el mundo conociendo culturas maravillosas, a extraños compañeros de viaje y resolviendo mil y un misterios. También he tenido la suerte de tener a unos tíos muy viajeros, tanto por parte de padre como por parte de madre,  con los que alucinaba cada vez que me contaban sus aventuras por el mundo. Por tanto siempre había tenido el afán de salir del país y conocer nuevos lugares.

Yazd, Irán. Foto: Umut Kazanci.

Había visitado anteriormente algunos países en viajes de placer con mi familia, pero el gran salto lo di cuando tuve la grandísima suerte de participar en el programa de intercambio universitario Erasmus en el 2009. Sin pensármelo cogí la maleta y me fui a Turquía a continuar mis estudios de Ingeniería Técnica de Telecomunicaciones. Esto me dio la oportunidad de conocer una cultura nueva y de adquirir una experiencia inolvidable al vivir en un país extranjero durante un año. Una vez cruzada la frontera española parecía más fácil viajar a otros países, así que mientras que duró mi intercambio en el país asiático aproveché para visitar algunos países vecinos como Siria e Irán.

Todo parecía ahora más cerca, el mundo se me estaba haciendo cada vez más pequeño y las distancias no las contaba en kilómetros sino en horas de avión, bus, tren, etc. Por ello que junto con un gran compañero de travesía me animé a tomar un vuelo al Sudeste asiático y visitar así Malasia, Singapur, Hong Kong, Filipinas y el Sultanato de Brunei. No necesito decir que Turquía, uno de los países con más encanto del mundo, también me la recorrí de norte a sur siempre que tenía unos días libres (y algo de dinero). Como Europa tampoco la conocía muy bien decidí emprender mi regreso en solitario realizando un InterRail desde Estambul a Múnich cruzando así Bulgaria, Rumanía, Hungría, Austria y Alemania. Una vez ya en España y con el gusanillo de viajar aun presente, realicé una visita exprés a un amigo Belga para pasar en su país el fin de año y poco tiempo después me fui con mi hermano a Italia, para probar aquello del CouchSurfing del que tanto me habían hablado.  

Desierto de Huacachina, Perú. Foto: Carmen Cerqueira.

Otra vez la vida me sonrió y se me planteó la posibilidad de con otra beca de intercambio (Promoe) irme otro año a estudiar fuera de España. Esta vez quise cruzar el charco y venirme a Sudamérica, en concreto a Perú (país en el que me encuentro viviendo desde el pasado 7 de agosto de 2011).

Durante estos años he visto mucho mundo, aunque más es el que me queda por ver. Cada ciudad, cada camino, cada persona con quien he entablado conversación e incluso con las que tan siquiera he cruzado una mirada han dejado huella en mí. Son miles de recuerdos con los que de una u otra manera quiero impregnar las entradas en este blog, todo está que tenga tiempo de hacerlo.

Río Amazonas. Foto: Kalyn Mae Finnell.

Por último me gustaría agradecer a mis padres todo lo que hacen por mí para que esto sea posible. Gracias por la oportunidad que me habéis dado para enriquecerme como persona, por la educación que he recibido por vuestra parte para tener una mente abierta a todas y cada una de las culturas y maneras de pensar con las que me encuentro. Sois los padres que todo hijo quisiera tener y por ello una pequeña manera de agradecéroslo es compartiendo mis aventuras con vosotros para hacerlas vuestras, pues de una u otra manera siempre viajáis conmigo (aunque vosotros penséis que solo me acuerdo de vosotros cuando visito el cajero automático  :)   ).

Para todos los demás gracias por seguirme, pues qué sería de lo escrito si nunca fuese leído. Espero que no os sean muy aburridas mis historias y os resulten amenas, y poderos hacer viajar un poquito desde la pequeña ventana al mundo que pretende ser este blog.

David Alcora.
Pueblo Libre, Lima. Perú.