miércoles, 8 de febrero de 2012

Rumbo al sur (II): Cuzco.

UNA BONITA CIUDAD COLONIAL.

Datos de interés:

Dónde dormimos: “l’Albergo de la Nonna”, s/14 (sin desayuno), calle tecsecocha (1 cuadra de la pza. de Armas)

Vista de l'Albergo della Nonna, nuestro hostal.
Dónde comimos: Mercado de San Pedro (almuerzo s/3.5); frente terminal Yabamba (almuerzo s/3, cerveza 1L: s/6.5); Maikhana en Av. Del Sol (Buffet libre Indio, s/15).

Dónde bebimos: hostal Loki (cerveza 2/3 L s/7); hostal Ecopackers; Mamá África (pza. Armas).

Lugares que visitamos: Plaza de Armas, Casco antiguo, Mercado de San Pedro y Mercado artesanal, entre otros.


Cuzco es una ciudad preciosa para perderse en sus callejuelas empedradas e inundarse los ojos en cada una de las infinitas tiendecitas que cubren todo el casco antiguo. Por un momento me da la sensación de estar paseando por el casco antiguo de un pueblecito del interior de mi provincia (Castellón), este sentimiento nostálgico hace que le coja un especial cariño a esta ciudad.

Calle Teqsecocha, Cusco.
Plaza de Armas de Cusco.
Niños jugando en la Plaza de Armas.
Mujeres vendiendo artesanías en la calle.
Skater Cuzqueño.
Limpiabotas.

Por el día estuvimos pateando la ciudad, y por la noche fuimos al “Loki”, un hostal para gringos (guiris, yanquis) donde solo hay gringos con su gringo-música y su gringo-estilo. Aunque de vez en cuando escuchar rock de los 70’s y 80’s no está mal, sí, también somos algo gringos aquí en Perú al fin y al cabo.

Anocheciendo en Cuzco.

Amanece el tercer día de nuestro viaje. Seguimos en Cuzco. Nos encontramos con dos amigas, Katha y Madalena (Alemania). El plan para hoy: seguir callejeando y a las 15h ir a comer a un buffet libre indio que nos han recomendado. En el restaurante nos pasamos casi cuatro horas, nos tomamos en serio lo de buffet libre y comimos hasta reventar, había que amortizar los s/15 que nos había costado. Por la noche un ratillo de fiesta a hacer un tour por todos los pub’s de la ciudad y luego a dormir.

Tranvía de Cusco, sin vía y a motor... pero ellos son felices así.
En mi pueblo lo llamamos autobús de madera.
También encontramos mucha gente pobre pidiendo por sus calles.

Un nuevo día empieza, el plan para hoy será conseguir el carnet ISIC (Carnet de estudiante internacional) y después iremos a almorzar al mercado de San Pedro que nos han dicho que es barato. En efecto, es bien barato, comemos un menú por s/3.5 (1€) con sopa, segundo y refresco.

Mujer en su puesto de verduras en el mercado de San Pedro.
Comiendo en el mercado de San Pedro.
De izda. a dcha. Käthe, Israel, Kike y Maralena.
Como siempre mi madre, allá donde voy, preocupándose sigilosamente
de que me alimente bien.

Al salir del mercado nos topamos de frente con la calle de los zapateros, ¡bendición! Mis botas ya estaban dejando de ser “nómadas” para convertirse en “nodanmás”, el dedo gordo del pie derecho parece que va a aparecer a escena de un momento a otro, las suelas parecen de papel de liar, sí, es el momento de llevar mis botas al mecánico. Pregunto en el primer lugar y me piden s/30 por cambiarme las suelas, más de s/20 no pienso pagar, así que me voy a la tienda de enfrente y consigo negociar por 20 soles la reparación de mis botas. Mientras tanto mis compañeros de viaje van a comprar las entradas para Machupicchu, que con el carnet ISIC salen a mitad de precio, aun así son 70 soles que es bastante.

El zapatero reparando las "botas nómadas".

Mis botas nómadas completamente destrozadas, yo estaba sufriendo por su vida pues sin suela, abiertas en canal daban mucha penita. Poco a poco las mañosas manos del joven zapatero daban forma de nuevo al cuero para adherirle una nueva suela de goma. Un resultado impecable, mis botas como nuevas listas para trepar al santuario de Machu Picchu. En ese momento no sabía lo que iba a venir en los próximos días, pero doy gracias a los dioses Incas por haber tenido la genial idea de repararlas.

La zapatería y sus trabajadores.

Me reencuentro con el resto del grupo en el mercado artesanal, donde los ojos llaman a la avaricia y todo nos hace gozo, sobretodo a Israel y a mí. Aun así no compramos nada, solo es negociar y regatear, pero ya no nos queda dinero y hay que ahorrar. Además nos han dicho que en Bolivia es todo más barato, así que mejor nos esperamos a comprar allá. De ahí nos vamos a la terminal de buses y compramos el billete a Santa María, y como aun nos falta bastante para que parta el bus decidimos ir a cenar justo al frente de la terminal por tan solo s/3. Son las ocho de la noche, ya nos hemos hecho una cerveza de litro cada cual, Israel, Käthe y yo, y nos dirigimos al bus que parte en breve, no sabemos la que nos espera de camino al famoso Machu Picchu.

Pincha aquí para leer la siguiente aventura de este viaje.

Volver al índice principal del viaje: "Rumbo al Sur".

3 comentarios:

  1. No sé por qué no había pasado antes por este blog... quizás porque tienes tantos que me pierdo jaja.

    El caso es que encuentro un lugar magnífico donde evadirse, informarse, y empaparse de otras culturas con los relatos de tus viajes... Mis felicitaciones, me verás mkás por aquí ;-).

    Preciosa ciudad, te envidio por tus viajes compañero.. A ver si de aquí a no mucho fuera capaz de reunir yo unas perricas y hacer algo similar.

    PD: Me ha gustado mucho la foto del "tranvía", como proyecto de ingeniero me ha llamado poderosamente la atención jajaja. Con tu permiso me guardo la instantánea si no te importa.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, la verdad es que me alegra saber que hay alguien a parte de mi familia que sigue mis aventuras!!! ;)

      Por la foto sin problemas, utilízala a tu beneplácito, pero recuerda quién tomó la foto... jejej

      Un saludo!!

      Eliminar