Para ir de Cuzco a Machu Picchu hay varias rutas, nosotros
escogimos la más económica para extranjeros, pues para peruanos ir en tren
hasta allí no es tan caro.
El itinerario fue el siguiente:
Caminando por las vías del tren. |
Cuzco – Santa María:
Autobús desde la terminal “Yabamba” (Av. Antonio Lorena), compañía “Selva Sur”,
6 horas, s/10.
Santa María – Santa
Teresa: Taxi, 2 horas (aprox. Y si no hay imprevistos), s/10. (También
existen combis más económicas, pero a la hora que llegamos nosotros no habían).
Santa Teresa –
Hidroeléctrica: Taxi, 40min (aprox. Y si no hay imprevistos), s/5.
Hidroeléctrica –
Machu Picchu: Caminando siguiendo las vías del tren, 2h aprox.
La aventura continúa:
Seis horas de camino de Cuzco a Santa María, ya de noche y
lloviendo. Intento dormir pero me es imposible. La completa oscuridad se cierne
sobre nosotros, solo el resplandor de los faros del bus dejan intuir el paisaje
que nos rodea. Sobre las dos de la mañana llegamos a Santa María. Nos dirigimos
a la única luz que hay en la plaza que resulta ser un puesto de control
policial contra el tráfico de cocaína. El policía bien amable nos indica que
esperemos en un porche cercano para guarecernos de la intensa lluvia mientras
llega algún coche que nos pueda llevar a Santa Teresa.
El frío y la lluvia se acentúan y la única luz que nos llega
es la de la caseta del policía. Imposible dormir allá, aunque los alemanes
(Kike y Käthe) sí lo intentaron tumbándose un rato. Mientras, Isra y yo entonábamos,
o mejor dicho, destrozábamos algunas canciones para pasar el rato, bien a viva
voz o bien con la armónica.
Dos horas más tarde aparece un taxi el cual ofrece llevarnos
hasta Santa Teresa por s/10 cada uno. Emprendemos la marcha y a los 15min el
coche se estaciona detrás de un camión en medio de un camino oscuro, y la
lluvia sigue cayendo fuerte. Algo pasa. Lo primero que pienso es que van a
asaltarnos, pero falsa alarma, nos informan de que la carretera está cortada a
causa de unos desprendimientos y hay que esperar a que una máquina despeje el
camino, además con la oscuridad sería peligroso aventurarse a cruzar.
El problema de la espera era la incomodidad en el coche,
pues en la parte trasera íbamos 4 personas y era imposible conciliar el sueño
en esas condiciones. Durante un rato un colombiano que también viajaba en
nuestro carro bajó y se hizo algo más cómodo el estar allí, aunque al poco
tiempo reclamó su espacio en el vehículo e Israel, viendo que cuatro personas
era imposible estar, se salió para esperar afuera. Yo intenté dormir, pero se me
hacía imposible, así que decidí cederle mi sitio al mexicano. A cambio de hacer
la espera fuera le pedí su chupa de cuero pues la lluvia no cesaba.
La lengua de lodo que bloqueaba el camino hacia Santa Teresa. |
Al poco de estar allí llegó otro taxi a los que les expliqué
la situación, y uno de los ocupantes, un señor bajito y gordete que echaba un
aliento a alcohol que tiraba para atrás, bajó del carro y me propuso ir a ver
qué había pasado, por si eran únicamente unas piedras retirarlas del camino y
poder continuar. Caminamos juntos un buen trecho mientras la densa capa de
nubes que nos cubría se va iluminando, permitiendo ver con claridad ahora qué
es lo que ha sucedido en la noche pasada. Lo único que logramos ver son unas
cuantas rocas que se han desprendido y que con facilidad logramos apartar del
camino. Regresamos y el señor, que por cierto previamente me había confesado
que venía de estar con unas “señoritas de compañía”, intenta convencer a uno de
los taxistas (ahora son más los coches parados) para que continúen camino
arriba. Parte el primer carro y todos pensamos en lo mismo, si en media hora no
ha regresado es porque sí que hay paso y por tanto podemos continuar el camino.
Más de 100 metros de barro y piedras que impedían incluso el paso de peatones. |
A todo esto eran las seis de la mañana y para mí estaba
claro qué opción tomar: cruzar el derrumbe y continuar la marcha a pie.
Despierto a mis compañeros y les doy la noticia, no hay más remedio. Llegamos
al derrumbe y nos encontramos una lengua de lodo que cubre unos 100 metros de la
pista donde, en algunas zonas, el espesor alcanza más de medio metro. Imposible
circular por allí con un coche, ni con un todo terreno.
Con la ayuda de piedras y troncos conseguimos cruzar el río de lodo. |
Empezamos a cruzarlo y enseguida nos damos cuenta de que por
encima del lodo es imposible, no hemos dado ni diez pasos y ya nos llega la
mezcla de barro y piedra a las rodillas.
La furgoneta que esperaba en el otro lado. |
La otra opción es trepar por la ladera de la montaña y
buscar una zona donde la anchura del lento río de lodo fuese menor. Ayudándonos
con piedras, troncos, etc., conseguimos cruzar, unos más limpios que otros, aun
así Israel y yo nos quedamos para ayudar a un par de mujeres a cruzar
provocando que acabemos manchados de barro hasta la cintura. En el otro lado
nos espera una combi que nos llevará hasta Santa Teresa, parece que la suerte
vuelve a estar de nuestro lado.
La travesía hasta Santa Teresa no tiene desperdicio, una
pista de tierra de apenas tres metros de ancho que cae a un precipicio de
varios centenares de metros, “acojonante”, no hay otra palabra.
Impresionante vista desde la "combi" que nos llevaba a Santa Teresa. |
Pasadas las 8 de la mañana llegamos a Santa Teresa y ahí
tomamos un taxi por s/5 a Hidroeléctrica. Llegamos a la central a las nueve y
cuarto de la mañana y comenzamos el camino hacia el Santuario de Machu Picchu
siguiendo las vías del tren, cruzando por un paisaje impresionante de altas
montañas, siguiendo el curso ascendente de un caudaloso y furioso río que ruge
a nuestro paso.
Cascada que salía de una gruta en la montaña de camino a la central hidroeléctrica. |
Aquí empieza el camino al lado de las vías del tren bordeando la central. |
Ahora nuestro grupo inicial de dos alemanes (Käthe y Kike),
un mexicano (Israel) y un valenciano (yo), se ha incrementado con unos nuevos
amigos que llevan la misma ruta desde el alud de lodo: dos colombianos (Wilmher
y Víctor) y un malayo (del cual no recuerdo su nombre) que eran de muy buen
rollo todos.
Nuestro nuevo grupo de viaje de camino a las ruinas de Machu Picchu. |
Un sólido puente de hierro que cruza el caudaloso río. |
Israel cruzando el puente anterior luciendo su mochila PUCP. |
Caminando por las vías del tren en medio de un paraje maravilloso. |
El malayo e Israel de camino. |
Uno de los numerosos afluentes al río que cruzamos. |
Éste es el carísimo tren de los turistas en el que, según cuentan, te ponen música electro para amenizar el viaje. |
Después de dos horas de caminata llegamos a la entrada del
Santuario de Machu Picchu, hasta aquí todo había sido bastante llano, pero
ahora nos tocaba una ascensión de 1700 metros de pura escalera de piedra para
llegar al famoso monumento Inca. Cabía la posibilidad de hacer la ascensión en
bus, como los gringos/guiris, pero para ello teníamos que pagar 15 $ americanos
(de los yanquis), vamos, una barbaridad.
Puente por el cual se accede a la montaña donde está el Machu Picchu. |
La escalinata que asciende hacia el Santuario, con Wilmher en primer plano y Kike al fondo. |
En cabeza nos mantenemos los colombianos y yo, al resto los
hemos perdido de vista. El corazón se me va a salir por la boca y mis piernas
ya no responden. Venga, unos escalones más, solo unos pocos más, aguanta, me
repito constantemente (ni que estuviera escalando el Everest). Sorprendentemente
consigo dejar atrás a los colombianos siendo el primero en llegar a las puertas
de Machu Picchu. Al llegar me percato que igualmente no voy a poder acceder el
primero al Santuario, mi entrada la tiene Israel. ¡Mecachis! (En realidad exclamé
otra cosa que omito por respeto a mis lectores J ).
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Espectacular vista donde se puede apreciar la distancia recorrida desde las vías del tren. |
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menuda aventura :) !!!!! "Israel luciendo su mochila de la PUCP", menuda publicidad subliminal... jajaj
ResponderEliminarPendejo!!! Soy un estudiante orgulloso de la Católica, jajaja.
ResponderEliminarRecordar es volver a vivir!
Pues podrías recordar tú parte de la historia, escribirla y la cuelgo en el blog... si no no acabaré en la vida... si quieres te dejo la Death road, o la nochebuena en La Paz.. jejeje
EliminarTrabajo en ello. Saludos viejo
EliminarComo siempre, las fotos impresionantes. El texto, cuando tenga tiempo te lo digo...xD
ResponderEliminarjajja... siempre la misma escusa... y ya llevas varios acumulados eh?? ;) Bueno, pues ya me dices cuando lo leas..
EliminarMúsica electronica, que va! es un restaurant allí dentro de ese tren. Buenas fotos! david podias decir que eras de pozuzo y pasabas como nacional :D!
ResponderEliminarjajaj... en cuanto a lo del tren solo cuento leyendas urbanas, pues no subí!! pero si dices que hay un restaurant me lo creo!! ;)
EliminarSúperr!! Hice el mismo recorrido pero en la noche, aunque en el día se pueden apreciar los paisajes, en la noche se ven las luciérnagas y se escuchan sonidos súper chéveres, parece que estuvieras en un capítulo de Lost, jejeje. Pero a que no es chévere ese camino? Un abrazo!.
ResponderEliminarMartín Gonzalo Lengua Olivares.
A mí me pareció un camino bien chévere!! La mejor ruta a MachuPicchu!! ;)
Eliminarmuy bueno........ las fotos también me han gustado mucho. !!!!!!!!!!SIGUE!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarse me ha olvidado!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarA ese amigo tuyo, Adrián Granjo, que no se quien es. !!!!!!!!!!!!! dile que aprenda a leer!!!!!!!!!!!!! o mandale directamente solo las fotos....
Todo excelente David tus aportaciones, unos tips que puedo compartir es: Turnos de ingreso a Machu Picchu, existe ahora dos que es por la Mañana y Tarde. Lastimosamente si se agota por la mañana, les ofrecerán por la tarde, hay turistas que tienen sus itinerarios apretados y recomendable ahora realizar reservas anticipadas. Sugiero el Salkantay Trek Machu Picchu, es una excelente ruta llena de experiencias, paisajes hacia la ciudad enigmática incaica.
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