miércoles, 15 de febrero de 2012

Rumbo al sur (III): La ruta barata al Machu Picchu.

Datos de interés:

Para ir de Cuzco a Machu Picchu hay varias rutas, nosotros escogimos la más económica para extranjeros, pues para peruanos ir en tren hasta allí no es tan caro.

El itinerario fue el siguiente:

Caminando por las vías del tren.
Cuzco – Santa María: Autobús desde la terminal “Yabamba” (Av. Antonio Lorena), compañía “Selva Sur”, 6 horas, s/10.

Santa María – Santa Teresa: Taxi, 2 horas (aprox. Y si no hay imprevistos), s/10. (También existen combis más económicas, pero a la hora que llegamos nosotros no habían).

Santa Teresa – Hidroeléctrica: Taxi, 40min (aprox. Y si no hay imprevistos), s/5.

Hidroeléctrica – Machu Picchu: Caminando siguiendo las vías del tren, 2h aprox.


La aventura continúa:

Seis horas de camino de Cuzco a Santa María, ya de noche y lloviendo. Intento dormir pero me es imposible. La completa oscuridad se cierne sobre nosotros, solo el resplandor de los faros del bus dejan intuir el paisaje que nos rodea. Sobre las dos de la mañana llegamos a Santa María. Nos dirigimos a la única luz que hay en la plaza que resulta ser un puesto de control policial contra el tráfico de cocaína. El policía bien amable nos indica que esperemos en un porche cercano para guarecernos de la intensa lluvia mientras llega algún coche que nos pueda llevar a Santa Teresa.

El frío y la lluvia se acentúan y la única luz que nos llega es la de la caseta del policía. Imposible dormir allá, aunque los alemanes (Kike y Käthe) sí lo intentaron tumbándose un rato. Mientras, Isra y yo entonábamos, o mejor dicho, destrozábamos algunas canciones para pasar el rato, bien a viva voz o bien con la armónica.

Dos horas más tarde aparece un taxi el cual ofrece llevarnos hasta Santa Teresa por s/10 cada uno. Emprendemos la marcha y a los 15min el coche se estaciona detrás de un camión en medio de un camino oscuro, y la lluvia sigue cayendo fuerte. Algo pasa. Lo primero que pienso es que van a asaltarnos, pero falsa alarma, nos informan de que la carretera está cortada a causa de unos desprendimientos y hay que esperar a que una máquina despeje el camino, además con la oscuridad sería peligroso aventurarse a cruzar.

El problema de la espera era la incomodidad en el coche, pues en la parte trasera íbamos 4 personas y era imposible conciliar el sueño en esas condiciones. Durante un rato un colombiano que también viajaba en nuestro carro bajó y se hizo algo más cómodo el estar allí, aunque al poco tiempo reclamó su espacio en el vehículo e Israel, viendo que cuatro personas era imposible estar, se salió para esperar afuera. Yo intenté dormir, pero se me hacía imposible, así que decidí cederle mi sitio al mexicano. A cambio de hacer la espera fuera le pedí su chupa de cuero pues la lluvia no cesaba.

La lengua de lodo que bloqueaba el camino hacia
Santa Teresa.
Al poco de estar allí llegó otro taxi a los que les expliqué la situación, y uno de los ocupantes, un señor bajito y gordete que echaba un aliento a alcohol que tiraba para atrás, bajó del carro y me propuso ir a ver qué había pasado, por si eran únicamente unas piedras retirarlas del camino y poder continuar. Caminamos juntos un buen trecho mientras la densa capa de nubes que nos cubría se va iluminando, permitiendo ver con claridad ahora qué es lo que ha sucedido en la noche pasada. Lo único que logramos ver son unas cuantas rocas que se han desprendido y que con facilidad logramos apartar del camino. Regresamos y el señor, que por cierto previamente me había confesado que venía de estar con unas “señoritas de compañía”, intenta convencer a uno de los taxistas (ahora son más los coches parados) para que continúen camino arriba. Parte el primer carro y todos pensamos en lo mismo, si en media hora no ha regresado es porque sí que hay paso y por tanto podemos continuar el camino.

Más de 100 metros de barro y piedras que impedían
incluso el paso de peatones.
Ya han pasado dos horas desde que detuvimos la marcha, el resto del grupo permanecen cerrados en el coche mientras que nuestro chófer y yo debatimos cuales pueden ser las alternativas a permanecer allí. “Hay dos opciones”, dice el chófer, “una es regresar a Santa María y esperar allí a que abran el paso, la otra es que les acerque al derrumbe, que lo crucen andando e intenten conseguir del otro lado un carro que les lleve a Santa Teresa. Si no lo hay tendrán que continuar andando”.

A todo esto eran las seis de la mañana y para mí estaba claro qué opción tomar: cruzar el derrumbe y continuar la marcha a pie. Despierto a mis compañeros y les doy la noticia, no hay más remedio. Llegamos al derrumbe y nos encontramos una lengua de lodo que cubre unos 100 metros de la pista donde, en algunas zonas, el espesor alcanza más de medio metro. Imposible circular por allí con un coche, ni con un todo terreno.

Con la ayuda de piedras y troncos
conseguimos cruzar el río de lodo.
Empezamos a cruzarlo y enseguida nos damos cuenta de que por encima del lodo es imposible, no hemos dado ni diez pasos y ya nos llega la mezcla de barro y piedra a las rodillas.

La furgoneta que esperaba en el
otro lado.
La otra opción es trepar por la ladera de la montaña y buscar una zona donde la anchura del lento río de lodo fuese menor. Ayudándonos con piedras, troncos, etc., conseguimos cruzar, unos más limpios que otros, aun así Israel y yo nos quedamos para ayudar a un par de mujeres a cruzar provocando que acabemos manchados de barro hasta la cintura. En el otro lado nos espera una combi que nos llevará hasta Santa Teresa, parece que la suerte vuelve a estar de nuestro lado.

La travesía hasta Santa Teresa no tiene desperdicio, una pista de tierra de apenas tres metros de ancho que cae a un precipicio de varios centenares de metros, “acojonante”, no hay otra palabra.


Impresionante vista desde la "combi" que nos llevaba a Santa Teresa.

Pasadas las 8 de la mañana llegamos a Santa Teresa y ahí tomamos un taxi por s/5 a Hidroeléctrica. Llegamos a la central a las nueve y cuarto de la mañana y comenzamos el camino hacia el Santuario de Machu Picchu siguiendo las vías del tren, cruzando por un paisaje impresionante de altas montañas, siguiendo el curso ascendente de un caudaloso y furioso río que ruge a nuestro paso.

Cascada que salía de una gruta en la montaña de camino a la central
hidroeléctrica.
Aquí empieza el camino al lado de las vías del tren
bordeando la central.

Ahora nuestro grupo inicial de dos alemanes (Käthe y Kike), un mexicano (Israel) y un valenciano (yo), se ha incrementado con unos nuevos amigos que llevan la misma ruta desde el alud de lodo: dos colombianos (Wilmher y Víctor) y un malayo (del cual no recuerdo su nombre) que eran de muy buen rollo todos.

Nuestro nuevo grupo de viaje de camino a las ruinas de Machu
Picchu.
Un sólido puente de hierro que cruza el caudaloso río.
Israel cruzando el puente anterior luciendo su mochila PUCP.
Caminando por las vías del tren en medio de un paraje maravilloso.
El malayo e Israel de camino.
Uno de los numerosos afluentes al río que cruzamos.
Éste es el carísimo tren de los turistas en el que, según cuentan, te
ponen música electro para amenizar el viaje.

Después de dos horas de caminata llegamos a la entrada del Santuario de Machu Picchu, hasta aquí todo había sido bastante llano, pero ahora nos tocaba una ascensión de 1700 metros de pura escalera de piedra para llegar al famoso monumento Inca. Cabía la posibilidad de hacer la ascensión en bus, como los gringos/guiris, pero para ello teníamos que pagar 15 $ americanos (de los yanquis), vamos, una barbaridad.

Puente por el cual se accede a la montaña donde está el Machu Picchu.


La escalinata que asciende hacia
el Santuario, con Wilmher en
primer plano y Kike al fondo.
Empezamos la ascensión a buen ritmo, pero poco a poco las fuerzas empiezan a faltar, parece que no pero tan solo son las 11 de la mañana y ya hemos recorrido un largo camino, y todo sin dormir y sin comer nada desde el día anterior. Un escalón tras otro y cada vez el grupo se fracciona más, además hay que contar con la abundante humedad, que dificulta la respiración, y la altura, la cual hace que te fatigues con más facilidad.

En cabeza nos mantenemos los colombianos y yo, al resto los hemos perdido de vista. El corazón se me va a salir por la boca y mis piernas ya no responden. Venga, unos escalones más, solo unos pocos más, aguanta, me repito constantemente (ni que estuviera escalando el Everest). Sorprendentemente consigo dejar atrás a los colombianos siendo el primero en llegar a las puertas de Machu Picchu. Al llegar me percato que igualmente no voy a poder acceder el primero al Santuario, mi entrada la tiene Israel. ¡Mecachis! (En realidad exclamé otra cosa que omito por respeto a mis lectores J  ).



Espectacular vista donde se puede apreciar la distancia recorrida desde
las vías del tren.

Volver al índice principal del viaje: "Rumbo al Sur".


13 comentarios:

  1. menuda aventura :) !!!!! "Israel luciendo su mochila de la PUCP", menuda publicidad subliminal... jajaj

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  2. Pendejo!!! Soy un estudiante orgulloso de la Católica, jajaja.

    Recordar es volver a vivir!

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    1. Pues podrías recordar tú parte de la historia, escribirla y la cuelgo en el blog... si no no acabaré en la vida... si quieres te dejo la Death road, o la nochebuena en La Paz.. jejeje

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    2. Trabajo en ello. Saludos viejo

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  3. Como siempre, las fotos impresionantes. El texto, cuando tenga tiempo te lo digo...xD

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    1. jajja... siempre la misma escusa... y ya llevas varios acumulados eh?? ;) Bueno, pues ya me dices cuando lo leas..

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  4. Música electronica, que va! es un restaurant allí dentro de ese tren. Buenas fotos! david podias decir que eras de pozuzo y pasabas como nacional :D!

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    1. jajaj... en cuanto a lo del tren solo cuento leyendas urbanas, pues no subí!! pero si dices que hay un restaurant me lo creo!! ;)

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  5. Súperr!! Hice el mismo recorrido pero en la noche, aunque en el día se pueden apreciar los paisajes, en la noche se ven las luciérnagas y se escuchan sonidos súper chéveres, parece que estuvieras en un capítulo de Lost, jejeje. Pero a que no es chévere ese camino? Un abrazo!.

    Martín Gonzalo Lengua Olivares.

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    1. A mí me pareció un camino bien chévere!! La mejor ruta a MachuPicchu!! ;)

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  6. muy bueno........ las fotos también me han gustado mucho. !!!!!!!!!!SIGUE!!!!!!!!!!!

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  7. se me ha olvidado!!!!!!!!!!!!!!
    A ese amigo tuyo, Adrián Granjo, que no se quien es. !!!!!!!!!!!!! dile que aprenda a leer!!!!!!!!!!!!! o mandale directamente solo las fotos....

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  8. Todo excelente David tus aportaciones, unos tips que puedo compartir es: Turnos de ingreso a Machu Picchu, existe ahora dos que es por la Mañana y Tarde. Lastimosamente si se agota por la mañana, les ofrecerán por la tarde, hay turistas que tienen sus itinerarios apretados y recomendable ahora realizar reservas anticipadas. Sugiero el Salkantay Trek Machu Picchu, es una excelente ruta llena de experiencias, paisajes hacia la ciudad enigmática incaica.

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